Hace unos días el equipo Kuriche estuvo conversando con la historiadora Montserrat Arre sobre el “Proyecto Afro-Coquimbo: la historia después del olvido”, instancia que busca rescatar y reconstruir la historia de los afrodescendientes en la cuarta región de Coquimbo. A continuación compartimos con ustedes parte de esta interesante entrevista.
Kuriche: Hola Montserrat muchas gracias por tu tiempo y cuéntanos cómo es que llegaste a este proyecto
Montserrat Arre: Yo entro a este proyecto a través de algunas personas que conocían mi trabajo y que comenzaron a invitarme a actividades en la región para que expusiera los que había realizado anteriormente. La primera era el Centro de Estudios Históricos y Ciencias Sociales (CEHYCSO) , que es una asociación de un grupo de historiadores jóvenes que han hecho hasta ahora cinco jornadas de historia regional. En ese evento había gente de muchos lados, algunos del mundo académico y otros que simplemente estaban interesados en estos temas históricos y regionales.
Es ahí conocí a Sergio Peña, un historiador local que hace sus pesquisas de manera independiente y que hoy en día es parte de la coordinación de la Corporación Cultural de la Municipalidad de Ovalle. Sergio estuvo muy interesado en el tema y me invitó el 2018 a exponer allá mis investigaciones. Entonces se me ocurrió formalizar esto a través de un proyecto, había interés en estos temas y como que nadie en la región se estaba moviendo en realidad mucho, desde la historia por lo menos, para poder rescatar esta historia afrodescendiente. Y ahí, me organicé con un colega que es historiador también, que se llama Luis Madrid. De hecho, ahí se nos ocurrió armar este proyecto juntos y lo postulamos a un FONDART, el cual no nos adjudicamos aunque quedamos con las ganas de seguir trabajando porque sabíamos que era importante.
Al año siguiente fuimos los dos a exponer. Hicimos una mesa en esta jornada con los chicos de CEHYCSO en Enero del 2019 en donde también conocimos a la estudiante de musicología Paulina Torres. Ahí expusimos nuestros trabajos, nuestras propuestas, eso fue a principios del 2019 y si bien el proyecto no estaba financiado, ya tenía nombre, tenía un objetivo claro y ahí empezó a funcionar nuestra idea y a ser conocida. Nos empezaron a conocer más en el espacio regional, tanto en La Serena como en Ovalle que son los dos puntos donde hemos estado. Desde Enero en adelante hemos hecho algunas entrevistas a personas que creen que pueden ser afrodescendientes, etc. Entonces, más o menos es así como llegué a Afro-Coquimbo en relación a mi línea académica y en lo cual he trabajado.
K: ¿Hoy en día el equipo quienes lo conforman y cómo trabajan?
M: Somos cuatro personas actualmente, entre ellos está uno de los coordinadores del CEHYCSO: Rafael González Romero, él es de la región, hace historia regional no propiamente afro. El otro historiador es Luis Madrid Moraga, él sí ha trabajado siempre el tema afro, desde la historia, principalmente de la época de la Independencia, ha trabajado en los temas relacionados con militares y ahora está trabajando con la temática de los músicos ligados a las iglesias y a la milicia que son de origen africano, o de origen esclavo en esta época del 1800-1830. Y por último la otra persona que se unió hace poco es Andrea Sanzana, ella ha estado trabajando con archivos parroquiales. Bueno, ese es el equipo. Rafael se unió a nosotros como a mediados del año 2019 y la Andrea a finales del mismo año.
K: ¿Cómo llegaste a la presencia de los esclavos en la cuarta región y no en Santiago en la Chimba o en Arica?
M.A.: Yo estaba en la licenciatura y tuve un ramo que se llamaba “África en América: los africanos y sus descendientes en los pueblos andinos” y que fue una cosa súper novedosa para mí, porque en realidad jamás había aprendido algo al respecto. Entonces me metí a este ramo coordinado por Celia Cussen, en la Universidad de Chile. Fue la primera vez que se daba un ramo así y fue super interesante, me impactó muchísimo el hecho de hablar de una historia absolutamente desconocida. A mí me encantó, porque me di cuenta de que había una historia por descubrir y que tenía que ver con nuestra identidad, y con nuestra propia historia, de todos los latinoamericanos y de todos los chilenos, en particular.
Entonces quería buscar un espacio, originalmente iba a trabajar el tema de la abolición de la esclavitud y buscando en el archivo nacional, fuentes, documentos, tratando de buscar cosas de alrededor de 1823 que es el año de la abolición en Chile, y no hallaba nada que me diera muchas luces. De pronto me encontré ahí en el Archivo Nacional con el censo de 1813, empecé a copiar todos los porcentajes de afrodescendientes, o de “negros” y “mulatos” como estaban calificados en ese momento en las regiones censadas en este entonces, fue ahí donde me di cuenta que el mayor porcentaje de afrodescendientes en esa época estaba en Coquimbo.
Sí aquí está el mayor porcentaje para 1813, que es bastante cerca en el tiempo, por lo menos algo debe haber, y me di cuenta que nadie lo ha investigado, no había ningún artículo, siquiera, que mencionara ese objeto de estudio, era algo absolutamente original y jamás estudiado. Empecé a revisar archivos parroquiales, archivos judiciales, notariales, inventarios y testamentos donde aparecían esclavos. Los empadronamientos que había de 1738, así como un censo de fines del siglo XVIII y este censo de 1813, hay muchas fuentes en realidad para investigar y saber dónde estaban los esclavos, qué hacían, si estaban en la ciudad o en el campo, si se mezclaban o no se mezclaban con los españoles, con los indígenas, etc.
K: Además de la revisión documental historiográfica también están haciendo entrevistas ¿Cómo lo relacionan con esta otra área?
M.A.: Nuestra área de trabajo es la historia, no somos etnógrafos ni antropólogos, por lo tanto no manejamos en términos de formación esas metodologías, nosotros trabajamos con documentos. Se nos ocurrió hacer entrevistas, más que nada, porque queremos saber quiénes están interesados en saber sobre esta historia, quiénes piensan o creen que pueden tener algún ancestro afro, porque en realidad en la región no existe comunidad africana, memoria afrodescendiente, ningún tipo de manifestación ni artística, musical o cultural que sea relacionada tradicionalmente. Entonces no es como Arica donde hay una comunidad que se identifica con esa ancestralidad, tienen baile, memoria de familias, etc. En Coquimbo no es así, en Coquimbo la memoria en realidad está absolutamente borrada.
Sin embargo hay algunas personas que ya han hecho algunas investigaciones como por ejemplo el genealogista Guillermo Pizarro Vega, quien me decía que había mucha mezcla afro indígena en la zona, pero que hoy en día eso no era eso algo que se recordara, no lo decían o no querían decirlo ni contarlo, no querían que eso apareciera en la genealogía. Entonces, hay una memoria de olvido, hay un intento de olvidar la gente mayor y hoy en día, la generaciones actuales no lo conocen, no se habla mucho, La Serena es como muy españolizada, tiene una historia muy criolla.
Entonces empezamos a hacer entrevista por esto mismo, para saber hasta qué punto las personas que creían o tenían interés, tenían algún indicio familiar por fenotipo o por alguna tradición, como para indagar qué es lo que hay hoy o qué es lo que se sabe o lo que se quiere con respecto a esta historia y ver si en algún punto este pasado que nosotros hemos estado reconstruyendo hasta 1830, se puede unir con el presente, pero, más que nada, es una cuestión exploratoria.
K: En lo específico ¿Qué es lo que han descubierto? O en el fondo ¿Cómo les ha ido en esta travesía?
M.A.: Sí, desde la perspectiva del hoy, hay un entrevistado que dice: “yo soy afrochileno”, su familia es originaria de Barraza, donde había una población en el siglo XIII muy alta de mulatos que esconden una mezcla afroindígena. Y él empezó, antes de conocernos a nosotros, con una exploración de su identidad porque es muy moreno. Un día fue a Barraza y hay un mural que pintó el mismo genealogista que nombré anteriormente y en el mural escribió “afrodescendientes”. Entonces a él le llamó mucho la atención este tema, porque se sintió identificado con una persona que se parecía más a él en ese espacio. Y ahí empezó a pensar la posibilidad de tener algún ancestro africano, después nos conoció a nosotros…. Y hay otra persona, que ella es una persona que se reconoce como diaguita, porque se le ha hecho su genealogía y aparte tiene el apellido Jopia, que ha sido reconocido formalmente como apellido Diaguita. Pero a ella, alguien le dijo: “mira, no tú no eres Diaguita, tú eres afro diaguita, porque en nuestra familia hay africanos”. Claro, esta persona que investigó los ancestros en los parroquiales del siglo XIX y siglo XVIII, y encontraron africanos entre medio. Por lo menos esas cosas han sido interesantes descubrimientos, porque son personas que tienen más de cincuenta años y no temen reconocer esto. Si bien no hay una identificación, no hay una comunidad, pero sí hay estos indicios. En realidad, lo diaguita es una cosa súper nueva también. Yo creo que, nos empezamos a dar cuenta que lo afro indígena era muy importante y que es una línea que debemos seguir indagando, para poder ir confirmando estas posibilidades de ancestralidad o descendencia africana.
K: ¿Y tú ves que hay alguna relación, por ejemplo, con el movimiento afro chileno de más al norte?
M.A.: Hay otro grupo de personas que hemos entrevistado que son más bien jóvenes, personas de alrededor de 20 o 25 años que están en actividades o están en agrupaciones de música y de baile, estas agrupaciones se han formado a partir de influencias de las músicas afroariqueñas. Entonces claro, hay una relación pero de personas más bien jóvenes que integran estos grupos, que no se sienten necesariamente afrochilenos, pero que sí les gusta y les llama mucho la atención estas expresiones y participan activamente de éllas. Entonces, algunos de ellos los hemos entrevistado por esta curiosidad que tienen y si eventualmente pueden tener estas raíces o algún tipo de familiar afro en su pasado familiar. Y ese es como el nexo que ellos hacen: “me gusta bailar, me gustan los tambores, siento algo especial cuando bailo, cuando están las danzas”, y posiblemente por eso también podría ser de tener en el pasado algún familiar afro. Algunos de ellos en relación a su fenotipo también lo dicen, pero lo dicen como una posibilidad de ojalá pudiera ser así, por el hecho de que participan activamente en estas agrupaciones.
K: ¿Cuáles son los objetivos concretos, qué es lo que se emana de este proyecto? ¿Cómo termina este proyecto?
M.A.: Los hemos postulado al fondart y ninguno lo hemos ganado. Pero ahora sí hemos conseguido financiamiento en la municipalidad de Ovalle así que vamos a hacer finalmente el libro de difusión que espero salga ahora el primer semestre en donde vamos a poner todo lo que tenemos hasta ahora. Vamos a poner lo que es la historia de los africanos en Chile, en general y en particular en la región de Coquimbo, y bueno, las cosas particulares que hemos ido encontrando. El libro será repartido gratuitamente y es para que las personas de la región se interioricen más en esta historia y tengan interés en saber un poco más.
Lo otro es seguir haciendo actividades, como la que vamos a hacer ahora el 14 de marzo, la idea es que vaya gente diversa que quiera interiorizarse más de esta historia, que tenga preguntas e interés o que tenga información para aportar y podamos seguir avanzando. Pero sí necesitamos más financiamiento, porque queremos reconstruir todos los archivos parroquiales de Sotaquí, que es un pueblito que queda muy cerca de Ovalle. Entonces, estamos partiendo ahora con los archivos parroquiales de bautismos, esos empiezan en 1648 y terminan hoy en día, siguen ocupándose. Queremos reconstruir ese, poder organizar toda la información en un Excel para ir sacando porcentajes, casos particulares también hay un montón de casos interesantísimos de mezclas étnicas. Ese sería como un segundo paso.
K: Lo último que queremos preguntarte es cómo ha sido la recepción de los resultados que ha tenido la comunidad respecto de lo que están haciendo.
M.A.: Por lo menos hasta el momento, ha habido muy buena recepción de las personas, ha habido participación de manera positiva. No ha salido nadie racista, nadie se ha opuesto a nuestro proyecto sino que, han sido comentarios positivos y la gente está súper interesada en que sigamos trabajando. Así que sí, ha habido un interés de diferentes personas y de diferentes edades. No sé en realidad qué pasará con estas personas y sus familias, que eventualmente podrían tener ancestros africanos, no tengo idea, pero por lo menos las personas con las que hemos hablado y las personas que asisten se muestran interesadas. Y bueno también tenemos esa página en Facebook e Instagram, que son redes sociales que ayudan a difundir las actividades, el tema y por lo menos que se haga conocido el proyecto.
El Conversatorio del proyecto “Afro-Coquimbo: La historia después del olvido”, se realizará este sábado 14 de marzo a las 11 am en el Museo Arqueológico de La Serena, Gregorio Cordovez esquina Cienfuegos sin número, La Serena.
Entrevista: Nicole Chávez y José Rojas
Transcripción y apoyo: Paulina Torres